De primeras, hay que decir que nuestro protagonista es un auténtico friolero. Eso sí, las ventanas abiertas en su oficina reducen la temperatura considerablemente y, por ello, en tono jocoso, este director de RRHH bromea: «Mañana voy a venir envuelto en pieles».
¡Tiempos de ventilación!
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