Una nueva variedad de oro circula por ahí

Parece ser que, de un tiempo a esta parte, hay una nueva variedad de ORO circulando por ahí. No es dorado, ni blanco ni el tan preciado oro Rosa. No. Este nuevo oro tiene el color del DATO.

Si lo pensamos bien, nos pasamos el día recibiendo y entregando datos, tanto a nivel individual como empresarial y, aunque esto en sí mismo no es un hecho novedoso, si lo es la cantidad de herramientas diferentes desde las que lo hacemos, pero todavía más, el gran volumen de este nuevo tipo de oro que generamos. El Dato nos está dominando. Y nosotros… ¿nos estamos aprovechando de él?

En este momento tan crucial de la economía, es clave sentarse y analizar cuáles son los objetivos estratégicos de nuestras empresas, por departamentos, por áreas, por productos… y a partir de ahí, independientemente de cuál sea nuestro tamaño empresarial, debemos definir claramente aquellos indicadores que hemos de controlar para poder hacerles seguimiento diario.

Objetivo: la mejor toma de decisiones. Pero ¡cuidado!, no cometamos uno de los errores más generalizado dentro del sector empresarial: de nada nos sirve almacenar información si no la organizamos debidamente estructurada para poder analizarla. Ya lo decía Hobbes: “la información es poder”, pero se refería a una información con criterio, en la que se haya extraído lo esencial y se haya eliminado la paja, esto es, la información inteligente.

El Dato, por sí mismo, no aporta valor, porque no es interpretable, pero si le añadimos información basada en históricos, cambios que puedan suceder, patrones y experiencia, empezaríamos a movernos en un entorno Business Intelligence que sin duda ayudará a mejorar nuestras cuentas de resultados optimizando recursos y procesos.

Para conseguir esto, hemos de recurrir a herramientas que nos ofrezcan datos concretos y sensibles de nuestro negocio en particular. Por ejemplo, todos somos conscientes de que sin personas no hay empresas. Cada vez más, los directivos piden a las personas que mejoren su eficiencia, pero al mismo tiempo, ellos mismos reducen la ratio de eficiencia de sus mandos intermedios obligándoles, todos los meses, a realizar manualmente cálculos que un buen Cuadro de Mando específico le volcaría a golpe de botón, y ¡ojo!, es un botón que arroja información, no datos.

Analicemos todos los datos que se manejan en un Dpto. de RRHH. Con ellos, Milena Analytics por ejemplo, Cuadro de Mando específico para ese departamento, convierte el dato en información del tipo: coste salarial, nivel de absentismo y causas, rotación de la plantilla, coste de despidos, coste accidentes y un sinfín de indicadores más, con la posibilidad de que manejemos el dato a medida para volcar la información necesaria en ese instante. Además,  este tipo de herramientas no se van a quedar ahí. Debemos prepararnos ya para el análisis predictivo, porque anticiparse a lo que probablemente vaya a pasar sí que es verdaderamente eficiente y productivo.

En definitiva, si queremos transformar el dato en oportunidades de desarrollo de negocio, empecemos a recurrir a herramientas que lleven implícita la analítica de datos, permitiéndonos ir más allá y sacar conclusiones de toda la información recabada, sin que para ello sea necesario dedicar una parte relevante de nuestro tiempo, a conseguirla.