Convertir la vida laboral en una experiencia significativa es fundamental para alcanzar un mejor desempeño de las personas que forman una organización. Hoy más que nunca con la exigencia adicional del teletrabajo, que pone a prueba todos nuestros procesos y equipos.
Para lograrlo, es necesario transformar la empresa para que sea más transparente, en la que el desarrollo de las personas está en el centro, dirigido desde un balance entre la libertad y la responsabilidad; donde la autonomía, la flexibilidad y la capacidad de decisión se convierten en elementos fundamentales.
Estos valores son las que permiten mantener la cohesión de los equipos más allá de las variables espacio temporales, y nos ayudan a mantener una cultura de trabajo traccionada por un propósito u objetivo común.
Esta transformación supone un recorrido retador, pues discute con todo lo que hemos aprendido sobre el mundo del trabajo. En Findasense, desde el año 2016 comenzamos a indagar e implementar una cultura organizativa más madura, cuyo foco fueran los roles y no las jerarquías, como la Holacracia o las Organizaciones TEAL. Pero fue hasta finales de 2018 que nos pusimos en contacto con K2K Emocionando, con quienes estamos implementando el “Estilo NER” (Nuevo Estilo de Relaciones).
Este estilo nos otorga la oportunidad de cambiar nuestra mentalidad y nuestra forma de entender y hacer el trabajo, en 5 grandes áreas de transformación.
Borrar definitivamente las jerarquías en el funcionamiento del día a días es uno de los principales retos para las empresas, ya que implica mucha persistencia y consistencia para no volver a los antiguos patrones de comportamiento y relaciones internas, muy enraizados en la cultura del trabajo. Pero es fundamental para lograr autonomía y sistemas de toma de decisiones más flexibles que necesitamos hoy, y más allá del teletrabajo que la cuarentena nos impone.
Para que esta transformación suceda, es fundamental que todas las personas de la organización conecten con la realidad del negocio, comprendan cómo sus acciones y roles impactan en los resultados de la operación, para poner en perspectiva las necesidades e intereses de la organización respecto a sus intereses individuales o personales. Es decir, que sus propósitos profesionales y de vida estén alineados al propósito de la compañía.
Para esto es necesario establecer espacios y sistemas que permitan dar visibilidad potenciando la confianza y el compromiso entre las partes, donde los representantes de los diferentes equipos tengan la posibilidad de compartir ideas, anticipar retos y participar en la toma de decisiones que afecten a la organización de forma transparente y segura, mucho más ahora que tenemos que estar separados.
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