De un lado y de otro, estamos viendo como constantemente nuestros estamentos políticos reman contracorriente y no a favor de la marea, de los ciudadanos de este país. Y es que será eso lo que más pese una vez finalizada la crisis, no los fallecidos o los contagiados -algo que muy pocos o nadie podía prever o atajar de raíz- pero el hecho de no ayudar y sí pensar en sus propios intereses, como hacen -permítame- todos, será el recuerdo que guarden los españoles de la gestión del coronavirus.
¡Algo tiene y tendrá que cambiar de una vez!
*Si te ha resultado interesante este artículo, te animamos a seguirnos en TWITTER y a suscribirte a nuestra NEWSLETTER DIARIA.
RRHHDigital