El mundo empresarial está tomando nota de la cruda realidad del cambio climático. Han hecho falta episodios extremos que tienen su origen en el clima, como incendios forestales incontrolados, tormentas destructivas y fuertes olas de calor, junto con la complejidad de gestionar cadenas de suministro sostenibles y de reducir las emisiones, para que esta preocupación termine de calar en las corporaciones.
La sostenibilidad y el impacto medioambiental se han convertido en prioridades para los altos directivos de todo el mundo, y muchos empiezan a situar el cambio sostenible como un aspecto clave dentro de sus empresas. Según un estudio llevado a cabo por The Harris Poll, las iniciativas medioambientales, sociales y de gobernanza aparecen como una de las principales prioridades de las empresas, al mismo nivel que la evolución o el ajuste de sus modelos de negocio. De hecho, el gasto en sostenibilidad ya supone cerca del 10% del presupuesto de las corporaciones. Los altos directivos quieren que sus negocios crezcan de una forma sostenible, aunque eso signifique menores ingresos a corto plazo.
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